Shanghai está plenamente asentada en el siglo XXI. Su arquitectura futurista se concentra en el barrio de Pudong a lo largo del río Huangpu, mientras que en otras zonas de la ciudad desaparecen barriadas enteras para dar paso a rascacielos convencionales; en estos biotopos de cemento sus habitantes disponen de un promedio de 9 m2 de vivienda. Shangai es el orgullo de la R.P. China y el laboratorio hacia el capitalismo controlado por Beijing.